Un bioplástico amigable con el medio ambiente; fue creado a partir de plantas suculentas por la ingeniera química Sandra Pascoe.
Sandra Pascoe utilizó una especie de nopal no comestible, a fin de evitar la competencia en el uso del nopal como alimento. Se trata de una especie común, que se encuentra en las zonas áridas de la región de Los Altos de Jalisco.
Bioplástico es desarrollado a partir de plantas suculentas
“El proyecto surge de una inquietud ecológica para tratar de suplir; no al 100% quizás, los plásticos derivados de petróleo, y se propone de cierta manera sustituir los materiales plásticos que tardan muchos años en degradarse”
señaló la Sandra Pascoe.
Al inicio se presentó la idea de trabajar con nopal y sábila; ambos por su rápida producción y abundancia en el estado. Y el pitayo, por ser una especie de esa región. Sin embargo, esta última fue descartada porque se cosecha en ciertas temporadas del año.
El proyecto se inició hace cuatro años y; actualmente el equipo de investigación se encuentra experimentando con diferentes tipos de fórmulas de bioplástico; con el objetivo de probar características como resistencia y elasticidad.
Este tipo de bioplástico es biodegradable en 3 semanas a la intemperie; pero, si esta en contacto con agua, el periodo se reduce a dos semanas; en contraste con los plásticos convencionales que tardan años en degradarse en el medio ambiente.
Además, Sandra señala que el bioplástico de nopal no es tóxico para animales; en caso de que el producto llegue a los océanos. Incluso, durante su investigación Sandra llegó a degustar el bioplástico.
El proyecto fue denominado “Formulación, análisis y evaluación de un plástico biodegradable de origen natural formulado a partir de especies suculentas presentes en el estado de Jalisco”; en este proyecto han colaborado ingenieros y estudiantes de la Universidad del Valle de Atemajac (UNIVA) como asistentes de investigación.