• Comparte

El Energiewende es la transición realizada por Alemania a una cartera de energía dominada por las energías renovables, la eficiencia energética y el desarrollo sostenible. A finales de este año dará un avance importante ya que el segundo reactor construido en la zona de Gundremmingen en la década de los sesentas, se enfriará dejando solo a 7 reactores más que serán cerrados para 2022 según el Institute of Applied Ecology.

Con diversas dificultades en su historia, esta fue una planta que recibió grandes subsidios por parte del país, incluso tras la inundación del reactor A en un intento de enfriamiento de emergencia el cual dejó al reactor en una perdida total, una de las mayores catástrofes nucleares alemanas.

Alemania tras la tragedia continuó apostando por la energía nuclear, para la década de los setenta tenía como objetivo tener los reactores más grandes, por encima de Estados Unidos y Francia, según nos relata Joachim Radkau historiador alemán. Por lo tanto, Gundremmingen B y C llegaron a 1,344 Megawatts (bruto), cinco veces el tamaño del bloque A.

Ahora Alemania vuelve a mirar al futuro y tiene plena confianza en que el camino correcto es la energía renovable. En 2009 el país tenía 3.8 Gigawatt de capacidad instalada, en 2015 alcanzó una capacidad mayor a 43 Gigawatt la cual es la capacidad más alta de Europa y una de las más altas del mundo. En comparación con la energía nuclear en 2012 las plantas de energía fotovoltaica instaladas en el país produjeron 22,000 Megawatts, veinte veces más a un reactor.

Uno de los principales motores para el Energiewende son los incentivos y los subsidios para la instalación de paneles solares, generando más de 370 mil empleos y reduciendo la emisión de los gases de efecto invernadero.

Por último también están apostando por los automóviles eléctricos, dando financiamiento de mil millones de euros, para cambiar al país y ayudar a la protección del medio ambiente.

Fuentes:@energytransition @energíalimpiaparatodos

  • Comparte